El Gran Bazaar, ubícado en Estambul, Turquía, puede tener algunos puntos en contra. El grito de los negociantes y el espacio angosto de los caminos pueden molestar a algunos turistas, pero ambos inconvenientes son pequeños sacrificios que superar ante las maravillas del Gran Bazaar, básicamente un gran pedazo de lo que es el turismo en Estambul.
Cerámicas pintadas a mano, lámparas, alfombras estampadas, latonería, joyas de oro con estilo bizantino y más productos llamativos compiten por la atención en los pasillos de este bazar construido en el siglo XV.
Pero para el turista que quiera interactuar con el comercio y comprar algo la cosa se puede poner difícil. Regatear es algo obligatorio en este comercio, sino se sabe de este, el mismo bazar puede servir de escuela, pero el turista debe aceptar que no todos los vendedores serán iguales.
Puede que al turista le toque la suerte de tener un vendedor amable, o bien a alguien que se enojará por ofrecer un precio muy bajo, entre los aproximadamente 3.500 puestos de venta, la experiencia puede ser muy variada.
El Gran Bazaar es tal vez uno de los lugares comerciales más grande del mundo, que no se debe perder. Su hora de cierre es a las 6:30pm.
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