Tal vez, su extravagante techo lo convirtieron en uno de los monumentos más reconocibles de Australia, el Sydney Opera House y es el punto más conocido y visitado del país oceánico. Sus salones, con una excelente acústica para los conciertos en vivo, ofrecen una de las mejores oportunidades de disfrutar esta maravilla arquitectónica a plenitud.
Pero de no contar con la suerte de poder asistir a uno, el turista puede contemplar el atardecer del lugar frente al gran puente Harbour, visitar algunas de las 1000 habitaciones del edificio y conocer sus historias y rumores pueden ser una buena alternativa para disfrutar el lugar.
La comida también es una opción. Este gran edificio, considerado patrimonio mundial, cuenta con restaurantes y cafés en donde se podrá disfrutar de la comida y de una preciosa vista.
El Sydney Opera House está abierto para visitantes y turistas regularmente desde las 9am a las 5pm.
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